NUESTRA NATURALEZA

Si quisiera alguien construir su vida, terminaría cargando sus propias piezas esparcidas en las manos de todas las personas y sobre todas las cosas. El revoloteo de su propia cabellera brillante, lo tendria que rescatar de estrellarse violentamente sobre el hombro desnudo, de una actriz promocionando cigarrillos. Ojos de luz, colocados en las estrellas de una noche de aventura, espera sobre templos de pecado y del cofre de un autómovil, ansiedad porque se deslice una mano tierna, y que recorra la rodilla hasta el fin de su contorno lentamente; tiempos de latidos en serie, movimientos salvajes contenidos, fin a una espera centenaria, por eclipsar dos cuerpos en carne y alma.

El calor seguramente ejercerá sus propiedades conductoras, consecuente a toda la conducta lasciva, de ahi nos nace piel eléctrica, de forma natural, con la lozania y curiosidad de chiquillos necesaria para producir magnetismo, impedimento para soltar un pecho de otro, casi con la misma fuerza de atracción con la que se golpea para reanimar el pulso.

Si todos, buscaramos parte nuestra por donde quedamos dia a dia, habria dibujos a lápiz en todas las paredes, espaldas desnudas, pies sobre la mesa y manos en los techos, sonrisas en las ventanas del auto, y cien kilometros de besos en todos los caminos de despedida.

No nacimos dibujantes, pero podríamos de pura memoria, esculpir en aire, la extension de una cintura, la fortaleza de un pecho, y la suavidad de la piel a la altura de unas mejillas tristes. No somos pintores y retocamos el paisaje detrás de la persona amada, surrealismo, paisajismo, cubismo y expersionismo resumidos en un toque de labios en un milisegundo; violencia, quietud, drama y deseos suicidas, después de una simple desepedida en la calle. Asi somos, asi es nuestra naturaleza, somos las cosas, somos las personas, somos todo el universo.