jueves, 6 de mayo de 2010


Melodias de rock en los oidos, un vaso de whisky en la mano izquierda, un cigarro humeante esperando un mordizco, instrumentos de un ritual dedicado a morir lentamente. Hoy es un dia caluroso en todo el país, la gente ha enloquecido sin saberlo, en las calles, acechan vendedores de tortillas a las damas, todos salen a las ocho a cazar sus frustraciones; la tele en todos los canales no cambia de tema,y la radio en el AM, anuncia de nuevo campañas politicas baratas. Para el colmo en la acera de enfrente, se suspende la pasarela de mis vecinas favoritas, no hay incentivos para encerrarse de nuevo, encima del borde de la barda, vuelan cual palomas prendas íntimas femeninas; por suerte, ufff! el hastío del mediodia, lo interrumpe el ruido de una pelea de gatos por una prostituta.


La inspiración se niega a entrar a este mundo, prefiere mandar mujeres desnudas entre el cielo, y lo que queda de la tierra, se borran palabras esdrújulas, el monitor se queja por los obituarios crueles. Si fueran dias perdidos por amor, no habria sexo animal todos los domingos, si fueran quejas por trabajo ya todo sería un vicio más para los adolescentes; una habitación, un mundo caótico, hojas de cuaderno simulando un otoño inexistente, sobre el escritorio desde la última discusion con tu foto, ya no existe mas espacio para la reconciliación de gustos, mujeres van, coches se encienden entre llamas, el diablo se hace buey y la llorona ya ni siquera se molesta en espantar el sueño.


Una veladora apagada por la luz del dia, protesta contra el cobro de energía, quien la viera desde afuera, pensaria que se trata de tentativas para una velada romántica, la verdad y por juzgar las cosas, la intención deberia ser, que en estos momentos todos esperamos que algo extraordinario suceda, ya sea que estemos hablando por los que buscan señales de vida en otros planetas o por los otros que anhelan por fin la muerte. El hecho es que aqui, los menos precavidos cargan con lo mas indispensable a cuestas, un bocadillo, un vaso de whisky en la mano izquierda y un cigarro encendido humeando; listos para dejar algo sobre el camino, sin tener que extrañar nada en la distancia.









No hay comentarios: